¿Que tan difícil es ir concretando y avanzando en tus metas un paso a la vez?
De niños nos queríamos comer el mundo. Siempre amábamos jugar nuestro deporte favorito todo el día, o comer todo el pastel y no conformarnos con una sola rebanada, o no dejar que nos acabaran las vacaciones. Niños al fin.
Un paso a la vez
Cuando empezamos a crecer, en algún momento empezamos a perdernos en el camino y las metas que nos trazábamos se nos hacían más difíciles. Desde adolescentes, nos perdíamos. El llegar a ser el mejor ya no era nuestra meta directa, tan sólo queríamos pasarla bien sin tanto esfuerzo.
Pero la vida no es sólo eso y al final, si te conformas con ser uno más del montón, terminarás en la mediocridad total, porque bien el dicho…
Me nació escribir este post debido a que me cuesta muchísimo seguir metas, y conseguir algo es tal vez el doble de esfuerzo que cualquier otra persona.
Hoy, después de más de 27 días seguidos cumpliendo mi racha de pasos diarios (que cada día se van sumando más y más), estuve a punto de claudicar y decir “hoy no llego, mañana lo vuelvo a intentar”. Pero no, no se trata de eso. Se trata de darte cuenta que no hacer algo es siempre más fácil que sí hacerlo. Dejar el camino a la mitad y no continuar siempre es más fácil que romper la barrera de la flojera o de las justificaciones.
Porque hoy cumplo 68 días sin fumar, y porque cada día me demostré que podía lograr esa meta del año.
Durante mucho tiempo dejé de hacer muchas cosas, y los años pasaban siendo iguales. Este año aún con todas las problemáticas que han pasado, he logrado vencer ciertas barreras y he visto nuevos cambios en mi vida.
Porque la vida, y sobre todo, las metas que uno se traza, no van con otra cosa que no sea un paso a la vez.
