Y aquí me encuentro, sentado, viendo pasar la vida y pensando en qué es la causa de la felicidad. El café se mezcla con el humo del cigarro, y veo pasar la gente.
Desarrollando historias de amor y desamor. La gente feliz caminando a través del tiempo, y pareciera que cada uno está tranquilo con su vida. Sonrisas salen de cada rostro, sin imaginar lo que viene detrás. ¿Qué es para ellos la causa de la felicidad?
Cuanta gente es víctima de su propio fantasma. Podemos observar caras radiantes. Sin embargo, viéndolo por dentro, vemos problemas que no podemos imaginar.
Cuantos somos forzados para poder demostrar un camino limpio e iluminado, y sin embargo, nadie posee una felicidad total.
La causa de la felicidad
Caminamos en pro de enseñar una locura total, pero nos frenamos cuando mostramos nuestra propia esencia. Omitimos aquellos detalles que nos llevamos a donde estamos, para que la gente no mire el pavimento, viendo únicamente la meta.
¿Sonrisas? ¿Amor? ¿Conocimiento? Cuantas de esas cosas mostramos como si hubiéramos nacido en charola de plata, sin evitar pensar que lo que somos ahora, es gracias a las cortadas que tenemos en el alma.
Somos esclavos de nuestros sueños, sin pensar que si los sueños llegaron a nosotros, fue porque un camino de piedras nos hizo caer y caer.
A veces uno piensa que el éxito es ligero, y cuanto peso cargamos en la espalda.
Omitamos el triunfo, mostremos el camino asfaltado lleno de hoyos, y entonces, solo entonces, entenderemos que si hemos sufrido, la felicidad nos ha acompañado y podremos, solo ahora, ser felices, entendiendo la tristeza del otro.
Entonces, para todos nosotros, sin duda, una pregunta que siempre necesitamos hacerlos… Qué es individualmente, la causa de la felicidad?
Solo entonces, podremos mostrar qué, el camino de la felicidad no solo es dicha. Es un placer de un largo momento.
