Aunque es cierto que cada vez me cuesta menos trabajo despertarme temprano, hoy amanecí con la flojera hasta el tope.
A las 6 de la mañana ya tenía el ojo medio pelón pero me decidí a darme vuelta y ponerme boca arriba a las 6 20. Sin embargo, la flojera no me dejó en ningún momento levantarme y empezar mis actividades matutinas.
Sabía que tenía que levantarme a ponerle las gotas en los ojos a mi gordo. Sabía que tenía que sacarlo al baño.
Pero a pesar de todo, negaba que necesitaba levantarme, quería por un momento sentirme en una cama de agua o en un flotador en la alberca y ahí quedarme… inmóvil cual foca a la orilla del mar.
Dejar de estar pensando en la flojera como un pretexto
Pero no, sabía que necesitaba usar la flojera como método para levantarme. Sabía que necesitaba ponerme las pilas y volverme operativo.
Aunque también he visto que con 15 minutos al día que me duerma más tarde, me afecta mi horario de sueño y me pega. Y otra cosa que me acaba de comentar mi mejor amigo y puede ser, es qué cené muy pesado (sí sí, ya sé que los Hot Cakes no son buenos para cenar, pero se me antojaron :P).
Pero no queda de otra. Borré mi pizarrón donde tenía los puntos que iba a hacer en estos días (pero los apunté en una hoja, ustedes tranquilos y yo nervioso) y empecé a desarrollar el modelo que (aunque tengo mucho miedo porque muchos me dijeron que podía no salir) siempre he tenido ganas de desarrollar. Ahora si un completo desarrollador de estrategias de negocios.
Siempre he dicho que si uno se muere, se debe de morir con la suya sin llegar a la terquedad.
Veamos ahora qué sucede, tengo 15 meses para empezar a despuntar esto y volver una desarrolladora de negocios (se imaginan, yo, ¿Levantando una desarrolladora?).
Veamos qué sucede en estos días. Si, es cierto que amanecí con mucha hueva pero también es cierto que iremos sacando todo lo que esté en nuestras manos.
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