Desde que éramos niños siempre hubo una eterna lucha entre obligación o pasión. Muchos de nuestros padres nos han dicho que estudiemos una carrera que deje dinero, que tenga éxito, y, sobre todo, una carrera que nos guste y seamos buenos. Últimamente, me ha retumbado mucho en la mente esta frase:
Maestro, tengo un problema con mi hijo: me trajo las notas del colegio, una alta calificación en dibujo y una pésima calificación en matemáticas. ¿Qué harás? ¡Lo pondré de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de matemáticas! Necio, ponlo de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de dibujo. Desarrolla su talento. Todos servimos para algo pero no todos servimos para lo mismo.
– Alejandro Jodorowski
Obligación o pasión. Eterna lucha constante
Todos nacemos libres, pero no todos morimos libros. Aunque la mayoría vivamos en una sociedad donde somos libres de elegir, vivir y sobre todo, crecer libres, muchos por presión de los padres, por oposición de la sociedad, y muchas veces, por vivir apegado al dinero, no nos decidimos por algo en lo que realmente somos felices. la clásica pelea entre obligación o pasión
Muchas veces que es mejor, luchar por algo que no nos gusta, y sabremos que somos infelices, o dedicarnos al talento y vivir de aquello que nos haga felices.
Obligación o pasión, cuando por presión elegimos uno, o por gusto el otro, aunque sepamos que no podremos llegar lejos.
Poco a poco empiezo a liberarme esta presión. Yo puedo aceptar con gusto que si bien estudié algo que me encantó y que dejaba dinero, no me hace ahora feliz, y mis pasiones poco a poco invaden mi vida.
He cambiado mucho. Y me he dado cuenta de pasiones que no conocía. Curiosamente, nunca se me hubieran ocurrido si no hubiera agarrado decisiones económicas.
Obligación o pasión. Muchas veces, tenemos que empezar por la lucha, para llegar, paso a paso a vivir del talento.
Obligación o pasión, no importa. Lo importante es qué, no dejes tu identidad a un lado.