A pesar de todo, soy feliz. En estos días he pensado mucho en que pasará el próximo año que no esté en mi ciudad. Que esté viajando sin una fecha establecida de regreso, excepto por unos días que tomaré descanso cuando nazca mi pequeño y nuevo luz de cielo (no espantarse, será mi sobrino o sobrina, el cual todavía se está planeando).
He decidido aferrarme a mi mas grande pasión, y lo empezaré en este año 2016 que empezará…
“Fecha de ida” – Aún no la tengo
“Fecha de regreso” – No pienso establecerla hasta que no pueda mi economía, mis pies, o alguna razón externa
“¿A dónde iré exactamente?” – No lo sé, solo tengo noción de cual será mi punto base. Y de ahí empezar a moverme y no regresar.
¿Por qué no lo hago?
Muchas me han dicho que es muy arriesgado. Muchos comentan que por qué lo hago. Que qué quiero demostrar, o si acaso, hay algo que demostrar. La verdad es que no, no lo hago por mostrar nada. O tal vez las últimas cosas que he empezado, han sido por hacerlas con el corazón, y han sido mis mejores decisiones.
Correr, escribir, conocerme, meditación, dejar a un lado aquellos paradigmas que tenía desde pequeño y desde adolescente, han logrado hacer que me conozca más. Las decisiones que he tomado este último año han sido las más duras que he podido mostrarme. Poca gente me ha apoyado, y se lo agradezco. Mucha gente me ha dicho que estoy loco, y se lo agradezco. La mayor parte de la gente me ignora y también se lo agradezco. Realmente las cosas que mas fotografías mentales he podido guardar ha sido lo que no planeado pero que decido aventarme.
Así que solo se que me voy a ir, así que solo sé que voy a vivir, y solo sé que voy a aprender a dejarme llevar por lo que quiera ir, comer, tomar conocer y sobre todo… “vivir”.
Haga lo que haga, seré feliz
Precisamente hoy me he puesto melancólico. Sé que no soy una persona normal (a fin de cuentas, cuantos de nosotros lo somos). Se que no quiero vivir establecido en una oficina toda mi vida, no quiero voltear y ver paredes de 4×4 metros sabiendo que haré el fin de semana, a quien conoceré, qué calles recorreré y como viviré. Quiero vivir sin saber si mañana haré autostop porque así me lo permita, quiero vivir sin saber si mañana dormiré en un barco carguero pero disfrutando por no tener hora establecida.
Tal vez cambie de opinión dentro de algunos años. Tal vez podré ser igual que son la mayoría, planos, lineales, viviendo su vida porque no pueden modificarla, pero sé que haga lo que haga, seré feliz. Estoy aprendiendo que ser feliz no es hacer lo que puedes, o lo que debes. Ser feliz es un estilo de vida, y no un modelo de vida. Ser feliz es poder levantarte con una sonrisa, y sin pensar en nada más.
He decidido ser feliz, mañana no se, ayer tampoco, hoy, hoy cuando he llegado a mis 32 años, lo soy, por primera vez en mucho tiempo digo… “Soy feliz”
