La vida no es como el vino y siempre hay que dejar embonar naturalmente la mayoría de las cosas. Jamás presionarlas.
En últimos días he visto como algunas ideas que traía en mi vida se han expandido. En otras le he encontrado solución y en otras pocas han desaparecido.
Sigo aprendiendo muchísimo con este alto que está haciendo el planeta. De cómo la gente a veces necesitaba detenerse para otros como yo, poder acelerarnos.
Embonar naturalmente en las decisiones
Es difícil todo lo que estamos viviendo. Sobre todo, porque todo, porque muchas cosas cerrarán, otras tendrán que aprender a vivir con poco y la mayor parte de la economía tendrá que mutar (sí, así como el virus) y deberemos encontrar nuevas formas de hacer muchas cosas.
Hasta hace poco trataba de meterme en la mente con corcho que tarde o temprano debía de formar una familia. Mi esposa, mis hijos y una vida tranquila. Mi sobrino llegará dentro de poco y obviamente estará dentro de la familia como una prioridad más, pero él también volará.
Ahora ya no. Ahora veo que si puedo vivir con mi sobrino y después tratar de acoplarme a lo que siempre me ha encantado, no estaría tan mal.
Las prioridades de la vida
Sí, mi hija siempre estará ahí como una meta, como un deseo y una ilusión en un futuro, pero también como lo dije más arriba, no hacer que hacer que las cosas entren como un corcho al vino… A presión.
Más bien tendría que embonar naturalmente, porque las cosas cuando las presionas, nomás no van.
Estos días he aprendido que cuando te avientas, la misma vida te va diciendo cómo sí, y cómo no. Con quien sí y disfrutando las cosas les pones una gran vibra, aún sin son digitales o electrónicas.
En este tiempo he aprendido mucho. Sobre todo a tener una sonrisa en los labios y no sólo en la mente.
Seguimos aprendiendo con este nuevo capítulo de la vida de la humanidad, porque así como a nosotros nos debe embonar naturalmente las cosas, al mundo también. Y, desafortunadamente, los humanos ya estábamos presionando tanto que ya no cabíamos en la vida del planeta. Hay que aprender a embonar naturalmente y créanme que será de las mejores cosas que puede uno pasar.